martes, 22 de enero de 2013

Nana

Duérmete ya, Amor mío,
y no te asustes de nada
aunque la noche nos cubra
con sus nubes enfadadas.

Pon tu carita en mi pecho
y siente el calor que emana
en esta noche de lluvia
golpeando en la ventana.

Cierra tus ojitos verdes
mientras te canto esta nana
y recibe mis caricias
que te calmaran el alma.

Cuando te miro y remiro,
se me ilumina la cara
y veo como sonríes
con tu carita arrugada.

Yo estaré siempre a tu vera
sueña con Xanas y Ayalgas;
"eahh eahh", -te susurro-
mientras te aneo en la cama.

                                             Belén Sánchez Sánchez ©