Con la gente que me gusta
me dan las claras del alba
compartiendo madrugadas,
palabras, risas y lunas.
Con la gente que me gusta
paso las noches en vela;
deberían ser eternas
como la lluvia y la sed.
Me gusta la gente
que cuando saluda
te aprieta la mano
con fuerza y sin dudas.
Me gusta la gente
que cuando te habla
te mira a los ojos,
te mira de frente,
te dice a la cara
aquello que siente
y nada se calla y no tiene dobleces;
me gusta esa gente.
Con la gente que me gusta,
alrededor de una mesa,
cualquier vino es un poema,
cualguier charla la locura.
Con la gente que me gusta
me encanta hablar de proyectos;
de esos que se lleva el viento
y que se olvidan después.
Me gusta la gente
que cuando saluda
te aprieta la mano
con fuerza y sin dudas.
Me gusta la gente
que cuando te habla
te mira a los ojos,
te mira de frente,
te dice a la cara
aquello que siente
y nada se calla y no tiene dobleces;
me gusta esa gente (bis).