esperándote en la cama,
preparada para colmarte de caricias
y besos hasta que te venza el sueño.
Ven, ponte cómodo,
y apoya tu cabeza en mi pecho,
así podré acariciar tu pelo
mientras sientes mi corazón latir.
También deslizaré mi mano por tu espalda
bajando y subiendo con la yema de mis dedos.
Hago círculos en tu hombro y subo por tu nuca
hasta llegar a enredarme los dedos en tu pelo,
nuevamente, así una y otra vez.
Mientras te digo cuanto te amo y te quiero
hablándote despacio y lento
para que sigas viendo llegar ese sopor
que hará que te abandones en un sueño profundo.
Pero aún no te duermes
y giras tu cabeza buscando mis ojos,
te detienes en ellos un instante
y vuelves a posar la cabeza en mi pecho,
entonces es cuando sale de tus labios
un suspiro.
Te empiezo a contar qué haremos
cuando despertemos
y antes de terminar noto el peso de tu cuerpo,
totalmente relajado y dormido sobre el mío.
Es cuando sin hacer ruido apago la luz
y te susurro...
-¡Te amo mi amor, dulces sueños!
Belén Sánchez Sánchez ©
2 comentarios:
Lindo el poema que nos dejas Belén y que tiene una gran carga de sensibilidad y amor.
Un abrazo.
Me alegra leer tu comentario.
Yo te dejo miles de besines llenos de cariño y ternura para que no te falten nunca.
PD: Los abrazos pa Pedro,jo,a mi besines.No me seas tacaño jajajajajaa
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