Te siento llegar por tus pasos,
que escucho en los pasillos de la pasión.
Te daré todo lo que tengo,
mi cuerpo, mis emociones, todo es tuyo,
así que no me pidas nada.
Te escribo un poema,
como chirimiri en tu piel,
húmedo como un amanecer,
que hará tu cuerpo temblar,
cuando mis manos en tu piel
sean tu único abrigo.
Nuestros ojos se miran,
es cuando sientes que te amo,
que soy una mujer afortunada
por compartir tus momentos,
y dormirme entre tus brazos
contigo en cada madrugada.
Belén Sánchez Sánchez ©