La brisa fresca te lleva mi aroma,
para que así sientas,
mi deseo de aprenderte,
con mi lengua,mis labios,mi mente...
Estaré para ti siempre dispuesta,
con todo el tiempo del mundo.
Mientras las estrellas tranquilas,
relucen en el cielo y, me alumbran.
Tus ojos que hoy me miran,
que algunos días son más brillantes,
contemplan con cariño y alegría,
esas curvas de mi cuerpo que son tuyas.
Preciso de tus palabras y caricias.
Llévame contigo a la cama y,
escribe en mi cuerpo un poema,
que huela a ti y sienta tu calma.
©Belén Sánchez Sánchez
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